jueves, 13 de agosto de 2009

UN BARRIO FELIZ – ¡NO A LA VIDEO VIGILANCIA!





Apenas hace un par de años, cuando por culpa de un incidente con una de esas “inocentes videocámaras” _que los ayuntamientos han instalado y están instalando en nuestras ciudades y que estos alegan que es para regular el tráfico, etc… pero que en realidad atentan contra las libertades y derechos fundamentales de los ciudadanos_ les sirvió de escusa para que dos honrados trabajadores del Naval Gijón, fueran a la cárcel y así lograr su objetivo final; acabar con la industria naval en de la ciudad de Gijón, socavando con el encarcelamiento de estos dos honrados sindicalistas todo conato de resistencia en defensa del sector naval.

Pues bien, como consecuencia del grito lanzado al aire del PP, al sentirse espiado y vigilado y que últimamente no para de salir en los medios de comunicación, y al que no le falta su parte de razón.

Debo decir, que ellos gobiernan en ciudades y autonomías e incluso el País y, que no han parado de colocar cámaras, las cuales también controlan y vigilan al resto de los mortales. Y que ante esta actitud de la “Clase Política” de la que forman parte y arte, son muchas personas las que nos vemos obligadas a realizar protestas ante tal paranoia mundial al sentir que nuestros derechos fundamentales están siendo violados.

Y decir que no es al primer espabilado al que oigo decir, que el que protesta es porque es un delincuente…Y no los delincuentes son precisamente los que utilizan y aprueban este tipo de medios, que aunque en ocasiones estén regulados por ley (la que ni tan siquiera respetan) no significa que esa constitucional. Las cámaras se camuflan en una situación cuando menos “alegal” en la mayor parte de los casos.

Este día leía esta notica de la agencia Europa Press: Un grupo de vecinos del barrio de Embajadores ha iniciado en Internet una campaña contra la instalación de cámaras de videovigilancia en Lavapiés, una medida municipal que cuenta con el apoyo de la Federación de vecinos Madrid Centro.
Así, el autodenominado colectivo '
Lavapiés 1984. Un barrio feliz' ha colocado desde hace un mes decenas de pegatinas por muchas calles de la zona bajo el lema 'No a la videovigilancia. Sonríe, te están grabando'…

Debemos añadir, también las que coloca el sector privado. Incluso para vigilar a sus empleados. La Constitución Española indica que “se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”, así como que “la ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos”. Conscientes de que estamos siendo vigilados casi constantemente, tendemos a naturalizarlo e interiorizar el discurso político y mediático de una supuesta seguridad por la que pagamos cediendo parte de nuestras libertades civiles.

Que esto no es nada nuevo lo sabemos, pero que lo lleven hoy a los extremos que lo están llevando no deja de ser algo peligroso para la sociedad, esto solo lo pueden discurrir mentes paranoicas, perversas y enfermas. Pero estas mentes enajenadas de quienes nos gobiernan, que se valen del terror para seguir disfrutando tanto ellos como sus representados (que no son quienes les votan ya que no defienden los intereses de su electorado, a este solo lo utilizan) de su situación de privilegió.

Como nos narra la BBC, en su documental: La política del miedo y el poder de las pesadillas. (En el pasado los políticos prometían un mundo mejor. Tenían distintas formas de lograrlo. Pero su poder y autoridad surgía de la visión optimista que ofrecían a su pueblo. Esos sueños fracasaron y, hoy, la gente ha perdido la fé en las ideologías. Cada vez con más frecuencia, los políticos son vistos simplemente como administradores de la vida pública)...

Que sabemos nosotros pobres mortales de cómo se nos puede mangonear, como ciudadanos o consumidores, que sabemos nosotros del uso que hacen del "microchip", de lo que observan gracias a las videocámaras y demás artilugios de que disponen. Solo sabemos que lo que desean es tener el máximo control sobre nosotros. Lo que también sabemos es que no respetan ni las normas ni ética ninguna.

Y es que según los conceptos de marketing el mercadeo se basa en las “4 P”, productos (o servicios), precio, promoción y “place” (lugar de distribución). Las relaciones públicas pueden entrar en cualquiera de las “4 P”, mientras que la publicidad que es la que todos conocen y muchos de los pequeños y medianos negocios acuden como primera opción, entra en un sólo proceso de las “4 P”. Lo que se traducía en fabricar un buen producto, asignarle un buen precio, colocarlo donde la gente pudiera hallarlo y alabarlo. Pero en los últimos años aparece una nueva “P” personas: La nueva “P” se refiere que hay que saberlo todo acerca de los clientes para poder influir en sus decisiones. Al tiempo que se discrimina los clientes menos pudientes de los que lo son. Así se atiende a los que más beneficios dan. No es ninguna ventaja ni para unos ni para otros, la información será utilizada según internamente mejor les venga, eso sí dirán a los clientes que es para atenderles de manera más personalizada y por lo tanto mejor. Cuando el único fin es sacarte el dinero.

Y es que todo esto que logra es coartar la libertad de las personas, puesto que está demostrado que no actuamos igual a sabiendas de que nos vigilan, por lo que este sistema de videocámaras perturba nuestro modo de vida. Y si no sabemos que estamos siendo observados, por inconsciencia o ignorancia no es para nada una situación tranquilizadora. (Es más porque ve como natural que como consecuencia de una celbración especialmente las deportivas, se pueda mutilar incluso La Estatua de Cibeles, ¿Quién marca, el limite de lo que está bien y lo que no lo está?

Se están gastando dinerales en este tipo de sistemas que por otra parte no logran que disminuyan los delitos, es más en Londres, la ciudad más videovigilada del mundo, se denunció el fracaso de estas medidas en materia de seguridad tras un gasto millonario.

(“Los más de 280 millones de euros que la ciudad de Londres invirtió en instalar 10.000 cámaras de vigilancia en las calles de la capital británica ha servido, según parece, de bastante poco, al menos en lo que a la lucha contra la delincuencia se refiere. El 80 % de los crímenes continúa aún sin resolverse”).
(“Las estadísticas dejan bastante claro que el hecho de que en un distrito se haya implantado la videovigilancia no es garantía de un descenso en el número de crímenes. Es más, se ha demostrado que en cuatro de cada cinco distritos con cámaras implantadas, la resolución de los crímenes es muy inferior a la media. El partido liberal demócrata de Reino Unido, autor del estudio, considera que el dinero destinado a este sistema debería haber sido empleado en reforzar el cuerpo de policía, carente de efectivos suficientes para luchar contra el crimen de manera eficiente”).

Algunos enlaces:

Protección de Datos multará con 60.000 euros a Alcampo por colocar cámaras a sus trabajadores

La videovigilancia fracasa en Londres

Dos años después, ponen carteles de videovigilancia en el centro histórico

PENSIONES II (¿Públicas o Privadas?)

Hoy deseo comenzar haciendo referencia a Van Rensselaer Potter , quien utiliza _ al inicio de los años 70 del siglo XX _ por primera ...