Contar lo que aconteció, hablar de una cronología de sucesos o hechos a posteriori ya es una tarea ardua, por no decir imposible y aunque puede parecer que no es así. Y es que la historia no siempre está correctamente escrita o contada.
En todo esto tiene gran importancia el narrador _ el “historiador”_. Ya que en él puede influenciar los dogmatismos y su afiliación a los mismos (ideología política y religión). Por lo que es importante su grado de imparcialidad, la que imprima a los hechos a narrar. No debemos olvidarnos que tanto la ideología como la religión, son mecanismos de control social.
Teniendo la ideología mayoritariamente un origen filosófico, por lo que podemos decir que tiene una base racional, (también existen ideologías las totalitarias por ejemplo, que también te piden creer sin razonar). Mientras la religión es una cuestión de fe, de creer en algo o en alguien.
Por lo cual es difícil encontrar historiadores rigurosamente científicos. Es más para conocer un hecho determinado debemos consultar distintas fuentes e ir entresacando, de aquí y de allí, lo que también exige el disponer de un criterio bien formado.
Un ejemplo: Desde occidente se da a entender que la derrota nazi viene propiciada por el desembarco de Normandía, llevado a cabo por los aliados. Y esto no es así, pues el ejército soviético, ya venía propiciando al ejército nazi, una serie de derrotas lo que permitió que quedaran liberados miles de pueblos y ciudades.
Por lo que se refiere ¿a quién debe contar la historia? Está claro que todo aquel que tenga los conocimientos y la imparcialidad requerida.
En cuanto ¿a quién hace historia? Yo creo que los protagonistas, raramente son conscientes de que sus hechos o comportamientos están haciendo historia. Por lo que es difícil que escriban sobre ello, como mucho algunos apuntes que sirven para escribir sus memorias.
Si bien es cierto que hay quienes pretenden compran un lugar en la “historia”, o vende su alma al diablo por salir en los papeles, por eso no dudan en utilizar a los demás, sin importarles sus vidas o su bienestar. Pero para mí estos no hacen historia, estos personajes son “la anti-historia”, son personajes que anteponen el interés personal al interés general, son los malvados que se valen de los más perversos actos, con tal de perpetuarse en el poder. Son los que obligan a los dominados a los oprimidos a revelarse para liberarse de estos sujetos obscuros. Mientras que en realidad son los oprimidos los propulsores de los grandes acontecimientos de la historia, precisamente son los que están haciendo historia, personas de apariencia sencilla, y es que las personas de a píe son los que crean la verdadera historia.
Recordemos un ejemplo: Rosa Louise Parks, quien con solo decirle a un prepotente blanco, ¡NO! no, te cedo mi sitio en el autobús.
En todo esto tiene gran importancia el narrador _ el “historiador”_. Ya que en él puede influenciar los dogmatismos y su afiliación a los mismos (ideología política y religión). Por lo que es importante su grado de imparcialidad, la que imprima a los hechos a narrar. No debemos olvidarnos que tanto la ideología como la religión, son mecanismos de control social.
Teniendo la ideología mayoritariamente un origen filosófico, por lo que podemos decir que tiene una base racional, (también existen ideologías las totalitarias por ejemplo, que también te piden creer sin razonar). Mientras la religión es una cuestión de fe, de creer en algo o en alguien.
Por lo cual es difícil encontrar historiadores rigurosamente científicos. Es más para conocer un hecho determinado debemos consultar distintas fuentes e ir entresacando, de aquí y de allí, lo que también exige el disponer de un criterio bien formado.
Un ejemplo: Desde occidente se da a entender que la derrota nazi viene propiciada por el desembarco de Normandía, llevado a cabo por los aliados. Y esto no es así, pues el ejército soviético, ya venía propiciando al ejército nazi, una serie de derrotas lo que permitió que quedaran liberados miles de pueblos y ciudades.
Por lo que se refiere ¿a quién debe contar la historia? Está claro que todo aquel que tenga los conocimientos y la imparcialidad requerida.
En cuanto ¿a quién hace historia? Yo creo que los protagonistas, raramente son conscientes de que sus hechos o comportamientos están haciendo historia. Por lo que es difícil que escriban sobre ello, como mucho algunos apuntes que sirven para escribir sus memorias.
Si bien es cierto que hay quienes pretenden compran un lugar en la “historia”, o vende su alma al diablo por salir en los papeles, por eso no dudan en utilizar a los demás, sin importarles sus vidas o su bienestar. Pero para mí estos no hacen historia, estos personajes son “la anti-historia”, son personajes que anteponen el interés personal al interés general, son los malvados que se valen de los más perversos actos, con tal de perpetuarse en el poder. Son los que obligan a los dominados a los oprimidos a revelarse para liberarse de estos sujetos obscuros. Mientras que en realidad son los oprimidos los propulsores de los grandes acontecimientos de la historia, precisamente son los que están haciendo historia, personas de apariencia sencilla, y es que las personas de a píe son los que crean la verdadera historia.
Recordemos un ejemplo: Rosa Louise Parks, quien con solo decirle a un prepotente blanco, ¡NO! no, te cedo mi sitio en el autobús.
Desencadenó toda una lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Y dejó constancia que en la vida cotidiana, existen los revolucionarios que dejan en evidencia a los cobardes y abusivos mandamases.
Ese ¡NO! lleno de coraje, que aunque provenga de un solo individuo levantándose en bien de la justicia, reivindicando empleo… ese, no, es el que puede cambiar el curso de la historia humana.
Y en Asturias, hoy hay dos personas, Cándido y Mórala, que son dos trabajadores, y se encuentran junto con sus familias, sumidos en la incertidumbre, porque su futuro próximo de pende de quienes gobiernan el Ayuntamiento de Gijón.
Y ¿cuál es su delito? decir ¡NO!, al desempleo…
Si se comete una injusticia, contra estos trabajadores aún mayor: Nadie después lo podrá analizar como algo fortuito, fruto de malos entendidos, ni mucho menos como un accidente. Pues es algo que se puede evitar, por lo tanto no puede ser un accidente, una casualidad… Y es que muchas veces las causas se buscan o se aprecian después de los efectos. (Como el caso de Newton, que después que la manzana callera, explicó de la ley de la gravedad, y no lo hizo antes de que la manzana callera).
Concentración el martes, 6 d'ochobre a les 19:00 h., na plaza l'Ayuntamientu de Xixón.
Concentración el miércoles, 7 d'ochobre a les 10:00 h., nos xulgaos de Poniente de Xixón.
Ese ¡NO! lleno de coraje, que aunque provenga de un solo individuo levantándose en bien de la justicia, reivindicando empleo… ese, no, es el que puede cambiar el curso de la historia humana.
Y en Asturias, hoy hay dos personas, Cándido y Mórala, que son dos trabajadores, y se encuentran junto con sus familias, sumidos en la incertidumbre, porque su futuro próximo de pende de quienes gobiernan el Ayuntamiento de Gijón.
Y ¿cuál es su delito? decir ¡NO!, al desempleo…
Si se comete una injusticia, contra estos trabajadores aún mayor: Nadie después lo podrá analizar como algo fortuito, fruto de malos entendidos, ni mucho menos como un accidente. Pues es algo que se puede evitar, por lo tanto no puede ser un accidente, una casualidad… Y es que muchas veces las causas se buscan o se aprecian después de los efectos. (Como el caso de Newton, que después que la manzana callera, explicó de la ley de la gravedad, y no lo hizo antes de que la manzana callera).
Concentración el martes, 6 d'ochobre a les 19:00 h., na plaza l'Ayuntamientu de Xixón.
Concentración el miércoles, 7 d'ochobre a les 10:00 h., nos xulgaos de Poniente de Xixón.
