El propósito de este pequeño rincón Web, es intentar por mí parte, hacerme eco de toda manifestación cultural en su más amplio valor.
Ante la necesidad imperiosa de querer saber lo que acontece en nuestro tiempo, lo que hacen nuestros semejantes diariamente, sin querer limitar mi curiosidad a un solo orden de ideas, ni de escuela, ni encerrarme en un solo espació…Mi intento es el enfocarlo hacia el progreso y la libertad…¡No sé si lo lograre!
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_Hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad, y es no resignarse.
_La Historia no es mecánica porque los hombres son libres para transformarla.
_Libro: 'Botella al mar', se ha dicho. Pero con un mensaje equívoco, que puede ser interpretado de tantas maneras que difícilmente el náufrago sea localizado.
_La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse.
_El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria.
_Dios es un pobre diablo, con un problema demasiado complicado para sus fuerzas. Lucha con la materia como un artista con su obra. Algunas veces, en algún momento logra ser Goya, pero generalmente es un desastre.
SOBRE LA TORTURA
Por Ernesto Sábato
Supongamos que una raza superior a la nuestra invadiera la Tierra, nos sojuzgara, nos utilizara para cometer experimentos científicos con nuestros niños, extirpándoles el páncreas o la glándula tiroides o les inyectara células cancerosas para ver qué pasa; o sea lo que hicieron los médicos nazis en los campos de concentración con los judíos.
¿Qué diríamos, quien haría caso de nuestros gritos y aullidos, del horror que sufrirían los padres o novios de los sufrientes?
Esto es exactamente lo que pasa en los países avanzados de nuestro planeta con los perros, cobayos, conejos y monos. No sólo en las naciones científicamente más destacadas, también aquí.
Millones de indefensos animales sufren y mueren cada año en hospitales y centros de investigación de todo el mundo y cientos de miles de estos sacrificios se realizan en nuestro país. Diversas especies son envenenadas, infectadas, contagiadas de cáncer y sometidas a cirugía experimental.
La discusión de si estos experimentos son necesarios desde el punto de vista científico demuestra la amoralidad de la ciencia, ajena a principios religiosos o éticos. Esa ciencia que según creían los deslumbrados fanáticos del progreso iba a resolver no sólo los males físicos del hombre sino también los metafísicos.
En este ocaso del siglo XX, animales esclavizados, enjaulados, indefensos e inocentes -como sólo pueden serlo los animales- son atormentados hasta la muerte, lo que revela que el famoso progreso –que ellos escribían con mayúscula- nada tiene que ver con los supremos valores del espíritu humano.
¿No es hora de volver la vista hacia esos pobres seres que San Francisco de Asís consideraba como sus hermanos?
Fuente: Diario La Nación - Buenos Aires, Argentina
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