MENUDA PATRAÑA

Nada es fruto de la casualidad, aunque pueda parecer que sí, pues no, nada sucede por azar. Los ríos van a parar al mar y no es por casualidad. Existe una red invisible o imperceptible que encadena la sucesión de hechos, yo diría que de forma automática, un pequeño amaño conlleva una variación del resultado. Todo parece ser que funciona de forma anárquica, pues no, existe una relación causa efecto, es decir, “el efecto mariposa”.

Por esto es sumamente difícil, terminar por ejemplo; siendo un fósil, pues para convertirse en fósil, deben de darse ciertas circunstancias, más del 99,9% de los organismos vivos, terminaran descomponiéndose, convirtiéndose en nada. Todas nuestras moléculas nos abandonaran e irán a parar a otro sistema. E incluso formando parte de ese 0,1%, las posibilidades de terminar siendo un fósil, son mínimas. Habría que morirse en un lugar determinado, ya que son escasos el tipo de rocas capaces de preservar un fósil. Hay que terminar enterrado en el sedimento adecuado, donde no exista una exposición al oxigeno… ¿Que quiero decir con esto?, que aunque existan fósiles, no es por cuestión da azar, sino por una sincronización de hechos. Con la simple alteración de uno de ellos este fenómeno no se produciría.

Por esto cuando alguien, me dice que va al casino haber si tiene suerte, no puedo por más que cuestionarme, el sentido común del personaje. Que aun no se ha enterado, que sus ganancias no dependen de la suerte, sino de una serie de circunstancias y que estas siempre están amañadas a favor del casino, por esto, este siempre gana. Prueba irrefutable que no se trata de una cuestión de azar. Y al igual que en el ejemplo de los fósiles, las posibilidades democráticas de ser todos iguales…es una quimera. Entre otras cosas porque esto no es democracia, sino un apaño. Es puro ventajismo.

A estas alturas pocos dudaran de que la economía es una ciencia artificial creada, especialmente entre otras cosas, para paliar el estado de naturaleza Hobbiano. La economía, es un basamento fundamental de la política. Sin resolver los problemas de abastecimiento o necesidades mínimas, no hay organización posible. Los humanos necesitamos estímulos para actuar. Solo que las necesidades diarias de unos son mayores que las de los demás. Seguro que esto nos lo pueden explicar los expertos en psicología. Que no tienen puñetera idea de economía-política, como los economistas tampoco tienen puñetera idea de psicología, pues en las pomposas facultades, solo les preocupa enseñar por especialidades. Crean excelentes especialistas en una materia, pero grandes ignorantes en las demás. Por esto los que tienen cubiertas sus necesidades difícilmente van a solucionar los problemas actuales. Y para llegar a esta conclusión, o entender lo que quiero exponer, tampoco es necesario tener un máster en psicología.

Pero si algo me repatea y me asquea es que, alguien aprovechándose, que parte de una mejor posición, se situé por encima de las reglas pactadas, vamos que haga trampa, que juegue con las cartas marcadas. Que estos personajes solo tengan en mente como opción la de esclavizarte o eliminarte, nunca cooperar para el beneficio común. Porque convendrán conmigo que es de ventajistas, aprovecharse del conocimiento de tecnicismos de todo tipo, _para dentro de un reglamento pactado, valerse de estos para jugar con ventaja_ sacando siempre provecho de todo, mientras los demás no sacamos beneficio nada. No pasaría nada si uno, no se enterara, pero dándome cuenta como me doy, de que juegan con las cartas marcadas. ¡Vamos, como que me jode! Y por lo tanto, ya no me creo nada.

Solo me queda seguir escuchando gilipolleces. Del tipo reinventar el capitalismos, socialdemocracia, etc… Cuando lo único cierto es que pocas personas tienen el dinero, que todo les vale y que cada vez más quieren. Este es el único problema de lo que llaman crisis, el todo vale. Y esto aunque lo parezca no es cuestión económica. Es cuestión de avaricia, falta de ética, moral, el dinero es algo artificial. Y que si esto prospera es porque hay mucho lameculo, pelotero y demás personajes serviles, que no quieren que nada les incomode. Sin tener en cuenta que cuando la pirámide se desmorone, también ellos se desmoronaran con ella.