Seguro que hoy, lo que mayor desasosiego causa entre los ciudadanos es el futuro del mundo del trabajo y seguro que también la mayoría estamos de acuerdo que gran culpa de esta nefasta situación se debe a la adopción de los dogmas neoliberales, que han pervertido las relaciones laborales, dando de lado los derechos, es más achacan a estos los males de la economía. Por lo que siguen una y otra vez, empecinados en desregularizar cada vez más el mundo del trabajo, convirtiendo este derecho constitucional, en pura mercantilización. Que hoy para muchos trabajadores, ya se ha convertido en puro esclavismo.
Por esto asistimos a una cada vez mayor precarización e incertidumbre (aumento del desempleo, de la temporalidad, más contratos basura, congelación salarial…) en lugar de una mayor potencialización del empleo.
Y es para restregarse los ojos y pellizcarse, porque a veces creo que estoy soñando. Que precisamente sean los salvajes, que han propiciado el caos económico que padecemos, quienes sigan haciendo una defensa numantina de este modelo económico, injusto y demostradamente caótico. Y es que después de los primeros sincopes que sufrió la fiera, esta insista en seguir alimentándose en base a las mismas recetas. Más recortes en el campo social-laboral. Su planteamiento que los “pocos e ineficientes” derechos tradicionales de los trabajadores, son la causa de la incapacidad del sistema económico. Para descojonarse, no creen…
Por eso _según ellos_ hay que desregularizar gran parte, de la normativa que recoge derechos de los trabajadores, dejándolo solo al amparo y capricho de las empresas, vamos, sin garantías ni derechos de ningún tipo. Señores las crisis no tiene su origen por cuestiones de índole laboral.
Hablan de reducción de gasto público, la temporalidad laboral supone un gran gasto social. Además de incidir negativamente en la productividad de las empresas.
