"Los grandes avances en el mundo se han hecho defendiendo la causa de los dominados": Esta es una de tantas frases del grandilocuente Sr. Presidente Zapatero. No se vallan Vds. a creer, en realidad la frase no significa nada y no significa nada porque sencillamente le falta peso, es decir no venia acompañada de un compromiso verdadero y serio. Y sin este compromiso lo que decimos _sea el Rey, el Presidente o el Papa…_ no vale nada. ¡Hombre! Cuando la vi, por primera vez, me dije para mí: ¡no puede ser! lo que ha dicho este tío, ¿Ira, de verdad en serio? ¿Sera legal, el presi…? Tristemente para los dominados, el presidente no iba en serio. Solo acababa de soltar una frase muy guay, _digna de un buen pega letras, sin sentimiento y compromiso político_ pero nada más.
Al poco ya vimos, como lo que realmente quería decir es que: no le importa defender la causa de los dominados, sino la de los dominadores, ni le interesa que el mundo avance sino que retroceda. Y vaya, si los dominados están siendo cada vez más oprimidos y el mundo está retrocediendo y todo con su entusiasta participación. ¿Irritante, no?...
Como irritante, es ver esta definición (entre tantas otras) que en su día hizo, al diario el País, sobre el paro: "Está en España en las tasas más bajas de la historia. Cuando yo llegué al Gobierno estaba casi en el 11,5% y ahora está en el 9,5% (...). España tiene condiciones para ambicionar niveles de empleo en la media europea y de pleno empleo técnico". Si analizamos esta definición-afirmación-publicista, si España fuera un país serio, este tío le tendríamos picando piedra. ¡Sí, hombre, sí! ¿Por qué si teníamos condiciones, como dice el presi, para alcanzar el pleno empleo, porque no lo tenemos? ¿Cuántos parados tenemos hoy? Es decir, no es que alcanzara el pleno empleo (como los 850.000 famosos empleos del “sabio” Felipe) sino que lo erradico. Porque no solo es que se trabaje en condiciones precarias, es que no hay trabajo.
¡Porque no te callas!; ¡Jodido presidente…! ¿Por qué sigue el tío, soltando gilipolleces? Estos tíos no saben _como nos advertía, Saramago_ que: “No habrá futuro, sino cambiamos hoy”. Y por cambio entiéndase, el que se da, de dentro hacia fuera. El cambio no vendrá, de simplismos y superficialidades, de retoques de las actitudes y conductas ético-moralistas. El cambio vendrá dado cuando se actué sobre las raíces del árbol y no solo sobre las hojas. Debemos saber, que somos, lo que queremos ser y que valoramos. (Se acuerdan de aquel lema “La fuerza del cambio” elegido para el 37 Congreso Federal del PSOE. ¿En qué cabio estarían pensando?) Pues bien el argumento que nos presentan, es el de vuelta a la mendicidad como elemento central de tránsito hacia el cambio de modelo de desarrollo económico y por supuesto _ como ellos aseguran no podría ser de otra forma_ impuesto a la sociedad por agentes externos, como por ejemplo: el capital trasnacional. Que desplaza y deja de lado la participación de los propios actores nacionales.
¡Hombre! Entiendo que toda trasformación de esta naturaleza, abarca elementos estructurales, financieros, técnicos, etc., como también normas, procesos...Pero sin la dimensión humana conveniente (líder con visión de futuro y creativo, por ejemplo) no será posible. Y una buena manera de saber si los dirigentes son modelos de éxito es observa si cumplen sus promesas y practican lo que predican. Y como vemos no es el caso.
¿Cómo puede digerirse esta, otra frase, del implícito ZP?: “Debemos tener una visión distinta de lo que es desempleo y empleo. Una persona cuando está formándose está trabajando para un país, esto es lo que hemos descubierto de la crisis, que la formación y la innovación es fundamental.” Convendrán con migo, que no tiene desperdicio, que a estas alturas el presi, decida tener una “nueva y distinta visión” de lo que es considerado empleo y desempleo como consecuencia de la crisis económica y ha asegurado que los desempleados que estén recibiendo formación no deben ser considerados parados porque están “trabajando para el país”. Y que la innovación es fundamental _ya lo creo_ pero para eso es necesaria la aplicación de un proceso creativo en la solución de problemas, como al que se enfrenta España. Para poder innovar debemos despertar e incentivar la creatividad de las instituciones y de las personas, limpiar el sistema y el país de mediocres y enchufados (comenzando por el propio presidente). Para despertar la creatividad hay que correr riesgos, poner el “status” a prueba. Y a la vista de quien uno se rodea, parece que ni Vd. ni muchos más están dispuestos a correrlos, mejor asegurar el sillón.
