No es por nada, pero me parece que en el PP, se están haciendo las cuentas de la lechera. Es decir, las cuentas que iba haciendo aquella jovencita, cuando llevaba un recipiente lleno de leche a vender al mercado del pueblo, y empezó a hacer planes futuro:
-Cuando venda esta leche, compraré trescientos huevos. Los huevos, descartando los que no nazcan, me darán al menos doscientos pollos. Los pollos estarán listos para mercadearlos cuando los precios de ellos estén en lo más alto, de modo que para fin de año tendré suficiente dinero para comprarme el mejor vestido para asistir a las fiestas donde todos los muchachos me pretenderán, y yo los valoraré uno a uno.-
_Pero en ese momento tropezó con una piedra, cayendo junto con la vasija de leche al suelo, derramando su contenido. Y por lo tanto dando con todos sus planes en solo instante al traste_.
No puede uno hacerse ilusiones tempranas. Y menos cuando uno, el mayor merito que hace es sentarse y esperar, diciendo amen a todo. E incluso en política, el respeto hay que ganárselo. Y es que soy de los que creo que tenemos a los políticos que nos merecemos, pues son fiel representación de la sociedad española en su conjunto. Pero también creo, que no siempre tiene porque ser así. Pero para eso hay que dejar de lado, a todo aquel que aspira a representarnos, siendo su máximo merito el de ser unos totales incompetentes, incapaces de acometer el difícil arte de gobernar. Donde va a ir el PP o el PSOE, donde abundan los pelotas, mindundis y chupópteros. Y por lo que veo y escucho o leo, parece ser que somos muchos los que estamos en esto de acuerdo.
Pues solo se me ocurre, que internamente las bases de los partidos políticos deben de acreditar con su elección, la valía de los que van a representarles. Y exteriormente, también es el electorado quien les terminara dando esa acreditación. Pero ojo, nunca sin antes haberles evaluado y para eso deberían sufrir una, evaluación de los méritos que estos mostraran públicamente. Mientras que no es ningún merito en política, la pasividad o la omisión y mucho menos por culpa de este tipo de actitudes participar directa o indirectamente en los desaguisados que cometa el que gobierna de turno y eso es lo que hace el PP, Mariano Rajoy es capaz de movilizar al personal por cuestiones eclesiásticas, pero asume con pasividad y resignación las políticas económicas del gobierno e incluso las hace suyas. ¿Entonces donde están las diferencias? Simplemente en cuestiones de raza o color, feminismo o machismo, matrimonios de no sé qué sexo…La política es mucho más que eso. Por lo que es menester una actividad mínima para poder obtener el respeto del electorado y así acceder a un puesto de esta índole. Y ciertamente, la oposición en este país, no existe. Tiene su electorado, como el PSOE tiene el suyo, pero al resto con todo mi respeto nos la trae al pairo.
En Asturias, por lo que veo el PP, acaba de quemar los últimos cartuchos y para las generales queda el suficiente tiempo, como para que el PSOE, si la derecha financiera quiere vuelva a ganar las próximas elecciones.
